jueves, 29 de mayo de 2014

UNIDAD II: LA GESTIÓN DE TECNOLOGÍA EN EL CONTEXTO DE LAS ORGANIZACIONES



La Organización Innovadora
 
Lo "innovador" en las empresas no es que estas sean nuevas y chicas. La innovación consiste en haberse dado cuenta de que la producción de las piezas debe ser diferente y separada; que su demanda se ha hecho tan grande como para cear un "nicho de mercado" y que la tecnología, especialmente la aplicación del concepto Computer Integrated Manufactureo CIM, que hace posible la conversión de un proces.
Las empresas innovadoras crean algo nuevo, diferente; cambian o transmutan los valores. La característica de "innovadora" no se aplica solamente a las instituciones económicas. En opinión de Peter Drucker, no podría encontrarse un mejor ejemplo para la Historia de las empresas innovadoras que la creación y desarrollo de las universidades modernas (DRUCKER, 1989).
Con todas estas ideas, se hace evidente la importancia de la innovación en el área organizacional. Por ello, es necesario precisar su connotación a fin de estar en posibilidad de operacionalizar esta definición y su reflejo en el administrador moderno.

Estrategia, estructura y empresa innovadora

Los microeconomistas especializados en el campo de la estrategia consideran que la estructura organizacional es a la vez causa y efecto de las elecciones estratégicas de gestión que se dan en respuesta a las oportunidades de mercado. Las formas organizacionales se construyen a partir de dos variables: estrategia y estructura. El argumento central es que ciertos tipos o atributos de las organizaciones pueden generar un mayor rendimiento innovador en un entorno dado porque son más adecuados para reducir los costes de las transacciones y responder a los posibles fallos del mercado de capital. La forma multidivisional o M, por ejemplo, ha surgido en respuesta al aumento de la escala y la complejidad de las empresas y está asociada con una estrategia de diversificación en áreas tecnológicas y de productos relacionadas entre sí (Chandler, 1962). Puede ser una innovadora eficaz en ciertos mercados de productos, pero tiene una capacidad limitada para desarrollar nuevas competencias.
La teoría de la empresa innovadora propuesta por Lazonick (Lazonick, 2004, 2010) tiene sus raíces en el marco chandleriano, ya que se centra en el modo en que la estrategia y la estructura determinan la ventaja competitiva de una empresa. También amplía la conceptualización de Lawrence y Lorsch (1967) que formula los problemas de diseño organizacional en términos de diferenciación e integración. La teoría distingue la empresa optimizadora de la empresa innovadora. Mientras que la primera trata de obtener los máximos beneficios posibles para un conjunto dado de capacidades tecnológicas y restricciones de mercado, la segunda aspira a transformar las restricciones tecnológicas y de los mercados mediante el desarrollo de capacidades organizacionales distintivas que los competidores no puedan imitar fácilmente. Lazonick identifica tres condiciones sociales que contribuyen al desarrollo de una empresa innovadora.
La teoría de la empresa innovadora postulada por Lazonick y por otros investigadores del campo de la estrategia (por ejemplo, Teece et al., 1997; Teece, 2007) subraya la importancia de los procesos organizacionales y de gestión integración, aprendizaje y reconfiguración como elementos principales en los que se apoya el rendimiento innovador de estas empresas. Esta corriente de trabajo dedica poca atención, sin embargo, a la microdinámica del aprendizaje dentro de las organizaciones.

Aprendizaje y creación de conocimiento en las organizaciones

Un aspecto esencial de las teorías sobre el aprendizaje y la creación de conocimiento en las organizaciones es el modo en que estas transforman sus visiones y conocimientos individuales en capacidad organizacional y conocimientos colectivos. Aunque algunos investigadores sostienen que el aprendizaje es en esencia una actividad individual (Simon, 1991; Grant, 1996), la mayoría de las teorías sobre el aprendizaje de las organizaciones subrayan la importancia del conocimiento colectivo como fuente de capacidad organizacional.
El conocimiento colectivo es el conocimiento acumulado que la organización almacena en sus reglas, procedimientos, rutinas y normas comunes, que guían las actividades dirigidas a solucionar problemas y los patrones de interacción entre sus miembros. El conocimiento colectivo se asemeja a la memoria o mente colectiva de la organización (Walsh y Ungson, 1991). Puede tratarse de unas existencias de conocimiento almacenadas como datos físicos o de conocimiento en estado de flujo generado por la interacción. Buena parte de la literatura sobre el aprendizaje organizacional destaca la importancia que la interacción social, el contexto y los esquemas cognitivos compartidos tienen para el aprendizaje y la creación de conocimiento.
La teoría de Nonaka sobre la creación de conocimiento organizacional se sustenta en la idea de que la cognición compartida y el aprendizaje colectivo constituyen la base de la creación del conocimiento de una organización (Nonaka y Takeuchi, 1995). reciente sobre las formas de organización nuevas e innovadoras estudia también el uso de estructuras grupales descentralizadas como principio organizativo básico.

Cambio y adaptación de las organizaciones
Las teorías sobre la adaptación y el cambio de tipo estratégico en las organizaciones se centran en el papel de las acciones de gestión y las decisiones estratégicas como factores que conforman los cambios de la organización (Child, 1997; Burgleman, 2002; Teece, 2007). Ven el cambio organizacional como un producto de las decisiones y el aprendizaje de los actores implicados y no como el resultado de un proceso de selección ambiental pasivo. Según Child (1997), la acción organizacional está limitada por las estructuras relacionales, materiales y cognitivas internas y externas, pero al mismo tiempo influye en esas estructuras. Los actores organizacionales, por medio de sus acciones y sus puestas en práctica (enactments) (Weick, 1979), pueden redefinir y modificar las estructuras de maneras que abren nuevas posibilidades de acción futura. Así, la perspectiva de las elecciones estratégicas proyecta la posibilidad de la creatividad y el cambio innovador dentro de la organización.
En la misma línea, Brown y Eisenhardt (1997) señalan que el cambio organizacional continuo dirigido a lograr una rápida innovación en los productos se está convirtiendo en una capacidad esencial para las empresas que operan en sectores de alta velocidad con ciclos de producción cortos. Basándose en el estudio de algunos casos de innovaciones de varios productos del sector informático, los autores concluyen que el cambio continuo y las innovaciones de productos están sustentados por unas estructuras organizacionales que podrían describirse como semiestructuras, con una combinación de características mecanicistas y orgánicas que equilibran el orden y el caos.
La doble búsqueda de estabilidad y cambio constituye una paradoja fundamental en todas las formas de organización y plantea un importante reto a las firmas que operan en el entorno empresarial actual (Farjoun, 2010). En el pasado, muchos teóricos de la organización sostenían que las estructuras, los procesos y las prácticas que garantizan la estabilidad y la fiabilidad eran en gran medida incompatibles con los necesarios para el cambio y la flexibilidad. La tensión existente entre explotación y exploración en el aprendizaje y la innovación de las organizaciones es un ejemplo familiar (March, 1991).

 Desarrollo Tecnológico e Innovación

De acuerdo con Mokyr [1990;6], en términos generales, el progreso tecnológico se refiere a la introducción de cualquier cambio en la aplicación de información al proceso de producción que permite la obtención de un incremento en la eficiencia: todo esto resultante o bien en la fabricación de un producto dado con menores recursos (esto es, menores costos), o la elaboración de nuevos o mejores productos.
En la medida en que ha avanzado la evolución de las diferentes industrias se hizo evidente que la obtención de nuevos conocimientos tecnológicos ha requerido ir más allá de la simple experiencia del personal involucrado en la producción. Surgen entonces los departamentos de investigación y desarrollo (I&D), cuya operación al interior de las empresas se ha consolidado como factor fundamental en la generación de innovación para la organización.
Para avanzar en la revisión de los conceptos asociados con el desarrollo tecnológico es necesario recurrir a las referencias aceptadas internacionalmente para la tipificación de conceptos y medición de los insumos y resultados económicos y tecnológicos de la l&D y la innovación, como lo son el Manual de Frascati, el Manual de Oslo y el Manual de Camberra. Según el manual de Frascati [OCDE, 1993], la investigación y desarrollo (I&D) incluye el desarrollo creativo llevado a cabo de forma sistemática para incrementar el volumen de los conocimientos humanos, culturales y sociales y el uso de estos conocimientos para derivar nuevas aplicaciones. Según esto, es claro que la invención-innovación se alimenta del conocimiento resultante de la experiencia acumulativa de las actividades de I&D.

  La Empresa como Agente Generador y Dinamizador de la Innovación
Peter Drucker define la innovación como "el cambio que crea una nueva dimensión de desempeño" y en su obra Innovation and Entrepreneurship [1985], este autor pone de relieve el hecho de que innovación y actividad empresarial van de la mano. El Libro Verde de la Innovación [Comisión Europea, CE;1995], considera la innovación como la fuerza motriz que impulsa a las empresas hacia objetivos ambiciosos a largo plazo y la que conduce a la renovación de las estructuras industriales y a la aparición de nuevos sectores de la actividad económica. En este sentido, la empresa innovadora presenta un cierto número de características particulares que pueden reunirse en dos grandes categorías de competencias:
• Las competencias estratégicas: visión a largo plazo, aptitud para determinar o incluso anticipar las tendencias del mercado; voluntad y capacidad de recopilar, tratar e integrar la información económica y tecnológica.
• Las competencias organizativas: gusto y control del riesgo, cooperación interna entre los diferentes departamentos funcionales y externa con la investigación pública, consultoría, los clientes y los proveedores; implicación de la empresa en el proceso de cambio e inversiones en recursos humanos.
Para obtener una ventaja competitiva sobre sus rivales, uno firma ha de ser capaz de proveer un valor al cliente comparable al de sus competidores, pero a la vez ha de realizar sus actividades de una manera más eficiente que éstos (menor costo), o desarrollar actividades de una manera única en la que se cree un mayor valor al cliente que permita percibir una recompensa adicional en términos de precio (premium price) para la firma (diferenciación).
El papel clave de la innovación se entiende en la medida en que tal como lo afirma este autor [p. 44] "Una razón prominente por la que las firmas obtienen ventaja competitiva es que éstas adoptan una perspectiva diferente de los competidores, centrándose en un segmento diferente, alterando la cobertura geográfica, o combinando los productos de industrias relacionadas" es decir, innovando.
En suma, la innovación busca entonces responder a las necesidades del mercado (clientes), a la vez que apunta a ir por delante del competidor y permanecer allí. Vista de esta forma, más que una opción, en este enfoque la innovación es el componente central de la ventaja competitiva, por lo que una actitud pasiva en este campo tiene todos los ingredientes de una auténtica amenaza la supervivencia misma de las organizaciones.

Gestión Estratégica de Tecnología para la Competitividad Empresarial

Como se ha dicho hasta el momento, a nivel global, el binomio tecnología competitividad viene reconfigurando las reglas de juego del sector productivo en las economías de los países. En este contexto, el nuevo paradigma tecnológico está trasformando el escenario empresarial [Marcovitch, 1990]. Por un lado, esas nuevas condiciones pueden amenazar la supervivencia de las empresas, pero a la vez promueve la búsqueda de nuevos mercados, vuelve obsoletas las competencias acumuladas, promueve la globalización y estimula la creación de las llamadas empresas de conocimiento [Pineda, 1993].
La obtención de rentabilidad de la l&D por parte de la empresa dependerá de la elaboración de una acertada planeación, así como una clara definición de objetivos y estrategias de largo plazo, en los que la inversión en tecnología sea una decisión que responda a la necesidad de hacer frente adecuadamente a la competencia global en sectores productivos competitivos..
La definición de gestión tecnológica implica que ésta es una actividad productiva, y un campo emergente de educación e investigación que involucra el proceso de administrar el desarrollo de la tecnología, su implementación y difusión dentro del aparato productivo público y privado. Además implica el manejo del proceso de innovación a través de I&D, lo cual incluye la introducción y uso de tecnología en productos, en procesos manufactureros, y en las otras áreas estructurales y funcionales de la empresa. La gestión tecnológica, por tanto, conecta la ingeniería, la ciencia y la gestión empresarial.

Aportes de la gestión de tecnología a las ventajas productivas y competitivas

            La competitividad de una empresa depende fundamentalmente de la productividad con que gerencie sus recursos tecnológicos, materiales y financieros, como también de la eficiencia de sus procesos (es decir su nivel de calidad, su velocidad de producción y su flexibilidad o adaptabilidad a los cambios del entorno). Por esta razón se determina que el uso eficiente de la tecnología la convierte en una ventaja competitiva de la empresa, siempre y cuando el talento humano la sepa asimilar y utilizar.
           
Pero la tecnología por sí sola no se desarrolla ni se aprovecha, se hace necesario planificarla, identificando y evaluando las oportunidades y amenazas, tal como se diseñan los planes estratégicos de las empresas. Cuando lo anterior no se realiza, las consecuencias suelen ser muy graves. El impacto de la tecnología va mas allá de las empresas, aunque algunas parezcan ser insensibles a ella en términos de mercados y productos.
            Estas alternativas pueden requerir la obtención de tecnología del exterior, y un proceso de reconversión o modernización, así la empresa define la forma de la adquisición, por esta razón, para saber comprar es necesario saber evaluar y para aprovechar, es necesario asimilar y adaptar lo que se adquiere. Pero este proceso no termina en esta etapa, la empresa debe mantenerse al día, monitoreando constantemente el avance en el mundo, en su sector del negocio, y llevando a cabo estudios puntuales para conocer el estado del arte de una tecnología dada
            Hoy en día, las organizaciones volvieron a cambiar tanto por la evolución natural de las mismas como así también por un “instinto de supervivencia” mediante el cual tuvieron que adaptarse a una economía mundial actualmente convulsionada. En este contexto, las necesidades de hoy ya no pueden resolverse con las tecnologías de ayer.


Capacidades y competencias tecnológicas 

           
La capacidad competitiva de las empresas de los diferentes sectores se ve reflejada en el potencial creativo y técnico del talento humano; a pesar de ello, algunos autores plantean que estas presentan deficiencias en aspectos básicos de gestión (Castellanos et ál., 2002; Murcia, 2004; Pineda, 2004), las cuales pueden ser superadas con ayuda de instituciones de apoyo o la conformación de equipos multidisciplinarios (Aspelund et ál., 2005; Colombo y Grilli, 2005). A través de la gestión del conocimiento, el fomento de las capacidades empresariales de aprendizaje y la creación de una cultura hacia la valoración de sus activos intelectuales, se logra mejorar la competitividad sistémica.
            En los últimos 15 años para el manejo de la variable tecnológica se ha venido fortaleciendo la importancia de las capacidades y las competencias, como componentes necesarios en la estructuración de estrategias de desarrollo tecnológico (Castellanos, 2007; Takahashi, 2002; Casanueva, 2001). Según Hlupic (2002), el conocimiento en los niveles de gestión táctico y estratégico de la organización productiva se manifiesta en la forma de capacidades y competencias.
            Para la creación de la ventaja competitiva las empresas y los investigadores han enfatizado en la importancia y la robustez de los recursos y las competencias. En este sentido y de acuerdo con Prahalad y Hamel (1990), debe hacerse una clara distinción entre los conceptos de recursos, capacidades, competencias, competencias nucleares (corecompetences) y competencias distintivas. Los recursos son todo aquello que una empresa posee, sea de naturaleza tangible o intangible (Barney et ál., 2001), y que incluye recursos físicos, humanos, financieros e intelectuales. Las capacidades hacen referencia a la aptitud que un conjunto de recursos tiene para desempeñar una tarea o una actividad de forma integrada (Hitt et ál., 2004). Las competencias son el resultado del continuo despliegue e integración de sus recursos en el tiempo y a través de varias características. Dentro del conjunto de competencias existen aquellas que son estratégicamente importantes para el desempeño exitoso de las organizaciones y se denominan competencias nucleares o corecompetences (Coombs, 1996). Por último, se emplea el concepto de capacidades distintivas para referirse a aquellas competencias superiores a las de los competidores. La integración de estos conceptos da origen al concepto de capacidades estratégicas organizacionales.
                       
Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la gerencia

         
   Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC o bien NTIC para nuevas tecnologías de la información y de la comunicación) agrupan los elementos y las técnicas usadas en el tratamiento y la transmisión de la información, principalmente la informática, Internet y las telecomunicaciones.
            Por extensión, designan un sector de actividad económica.
            El uso de las tecnologías de la información y la comunicación ayudaría a disminuir la brecha digital aumentando el conglomerado de usuarios que las utilicen como medio tecnológico para el desarrollo de sus actividades.

La Cultura Organizacional ante la Adopción de las Tecnologías de Información y Comunicaciones.
La introducción de nueva tecnología siempre ha producido cambios radicales en el estilo de vida de la humanidad y en las formas de comunicación. Como dijo también Marshall McLuhan (1964) si bien es cierto que  el hombre da forma a sus herramientas, éstas le dan forma a él. Es un hecho a toda luz evidente que las nuevas tecnologías de la comunicación están cambiando la manera de ser (la cultura) y la manera de comunicarse de nuestras organizaciones. 
La oficina organizacional moderna está experimentando cambios radicales debido a la introducción de la nueva tecnología de la comunicación. Hace solamente unos pocos años, el gerente de una empresa comenzaba su día saludando a su secretaria y reuniéndose con su equipo de supervisores para informarles brevemente de algunos aspectos de la empresa. Pero los tiempos han cambiado y hoy los gerentes de nivel medio ya no tienen secretarias y las reuniones cara a cara son cada vez más raras.
Realidades como ésta y otras parecidas son las que han llevado a  los investigadores de la comunicación a plantearse preguntas claves como las siguientes: ¿Hasta qué punto la nueva tecnología está cambiando la cultura organizacional? Y ¿Hasta qué punto la nueva tecnología está cambiando el sistema y los modelos de comunicación organizacional?.

La Ciberactivad un nuevo Paradigma Organizacional

                                                                                                             Ciberactividad
Esta actividad consiste en transmitir nuestro mensaje en los distintos ámbitos de Internet: prensa digital, redes  (Facebook, MySpace, Twitter, entre otros), foros y blogs. Según lo expuesto, el ciberactivismo no es más que participar en los ámbitos de Internet citados, en cada uno según su funcionamiento, para en general, añadir comentarios y votar los ya añadidos.
Estos nuevos paradigmas, plantean una serie de desafíos, ya que no se trata sólo de disponibilidad información a los ciudadanos/clientes/usuarios que ya es un primer paso muy relevante, sino que interactuar en una modalidad uno-a-uno  más que en el tradicional enfoque uno-a-muchos el cual ha sido el canal tradicional de instituciones/empresas para establecer relaciones con sus partes interesadas.  


Nos hayamos inmersos en la llamada Sociedad del Conocimiento. Los cambios sociales, económicos, técnicos, están poniendo sobre la mesa la necesidad de un nuevo paradigma organizacional centrado en la responsabilidad, en la ética empresarial, en otra manera de ser y hacer empresa…El paradigma tradicional de gestión y organización de empresas se está viendo ante graves dificultades para sobrevivir en estos tiempos de cambios constantes y de crisis económica derivada por un paradigma inmoral de hacer negocios y por una falta de responsabilidad.

La Resiliencia y su relación con las tecnologías

La Resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas. Algunos autores definen a la Resiliencia como la capacidad de respuesta inherente al ser humano, a través del cual se generan respuestas adaptativas frente a situaciones de crisis o de riesgo. Esta capacidad deriva de la existencia de una reserva de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. De este modo la resiliencia refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las situaciones riesgosas (abuso de drogas, suicidio, embarazo temprano, fugas de hogar, etc.)
La resiliencia la aplican las empresas, porque tienen la capacidad de supervivencia y crecimiento en el mercado, en donde compite con sus productos o servicios, con otras de su misma rama industrial. La organización debe poseer la resiliencia, para poder anticipar los eventos clave, relacionados con tendencias emergentes, adaptarse a los cambios y recuperarse de manera rápida. La combinación de talento personal, un buen ambiente laboral, poseer suficiente tecnología e innovación tecnológica, es lo que convierte al lugar en una Organización Resiliente.

La Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) 

Es un concepto que se puede enmarcar dentro de un nuevo paradigma no sólo de hacer negocios, sino de ser empresa. La Responsabilidad Social incide en el papel y en la importancia de las organizaciones para la construcción de la sociedad y para el desarrollo de las personas.



Las redes sociales como herramienta estratégica moderna
            Visto desde un punto de vista digamos que ocioso, puede resultar un tanto espeluznante que desconocidos conozcan nuestros secretos (que incluso pueden ser embarazosos). Sin embargo, desde un punto de vista profesional, las redes sociales se han convertido en una útil herramienta para sobresalir en un mundo competitivo, ya que te permiten crear un perfil de carácter profesional y pueden abrirte puertas con futuros empleadores.
            Para otros puede resultar una increíble oportunidad de hacer contactos comerciales; mientras que para otros puede ser una opción de entretenimiento personal por las innumerables aplicaciones que hoy en día han surgido y siguen surgiendo para un público cada vez más interesado en entretenerse con estas.
                        Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías incluye, no sólo mejorar la comunicación con los clientes y hacerla más accesible, si no que aporta mucha información, muy útil para el inicio de nuestra actividad, su buen funcionamiento o, en muchos casos, para aportar algo de luz en una situación de crisis o de inestabilidad.

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